top of page

El Árbol de la Vida

Las cábalas de una estudiante espiritual
Buscar

¡Dale la bienvenida al cambio!

Estamos en esa época del año (en el hemisferio norte) en la que ya se han acortado las horas de luz y las noches son más largas y frías. En definitiva, etapa de cambio que nos emboca, sin remedio, a la estación invernal; también se presenta la oportunidad, propiciada por el tiempo atmosférico, para nuestro recogimiento interior y poder activar los resortes que trabajarán en nuestra transmutación interna. No es casualidad que estos días estemos bajo la influencia astrológica de Escorpio, signo al que se le asocia la clave 13 del Tarot (la muerte) y la fase de putrefacción de los alquimistas. Trabajo interno, a ratos sombrío, que no se deja ver desde el exterior, pero que es absolutamente necesario. Son días que, si se trabaja correctamente, pueden suponer una metamorfosis que, con la necesaria maceración durante el oscuro invierno, florecerán en primavera mostrando todo su esplendor.


Es momento de encerrarnos en nosotros mismos, mirar hacia dentro, para comprender las situaciones y entender que en la Vida no existe más conflicto que el que nosotros generamos, y que todo en el Universo es Unidad. Pocas veces los desafíos que nos presenta la energía de Escorpio están por debajo de nuestras posibilidades, pero nos lleva a una lucha cara a cara con nuestra parte más inferior de nuestros deseos, y en este punto es necesaria mucha voluntad. Es el momento de resolver los desafíos, de convivencia más cercana con las vibraciones inferiores, que saldrán a la luz tarde o temprano, y afianzar nuestros pasos espirituales hacia la elevación. ¿Cuál es tu compromiso espiritual? ¿Cuánto estas dispuesto a hacer para lograr la prevalencia de tu alma?

Todo esto lo podemos ver como una bella metáfora a extrapolar a todos los acontecimientos de nuestra existencia: es necesario ir al interior para avanzar; es necesario dejar de ser lo viejo para poder empezar a ser lo nuevo. La semilla se debe enterrar en la oscuridad y debe morir para dar paso a la futura flor.


A pesar de que sabemos, intelectualmente, que es necesaria esa muerte simbólica, presentamos una resistencia irracional a todo tipo de cambios. No queremos salir de nuestra seguridad: “más vale malo conocido que bueno por conocer” nos decimos a menudo… Pero la vida es movimiento (tenemos infinidad de ejemplos en la naturaleza) y la muerte, como parte de la vida, es cambio y la vida necesita de la muerte para seguir siendo. Por tanto, no tiene ningún sentido el miedo al cambio, es lo mismo que tener miedo a la vida. Tememos las variaciones por lo desconocido, y si se trata de avanzar en el sendero espiritual, la cosa empeora. Tenemos la sensación que vamos a dejar de ser nosotros mismos. ¿Y qué seríamos entonces? Nos queremos demasiado, pero con estos “miedos” desperdiciamos el potencial que tiene la Vida.


Debemos cambiar la perspectiva y es primordial entender que con cada cambio siempre mejoras. Aunque te parezca que has ido a peor, con los cambios se gana o se aprende; así que, de una forma u otra, mejoras. ¿Qué más se puede pedir?

Si además los afrontas correctamente, podrás aprovechar la experiencia para tu evolución personal; tampoco se trata de tomarse los problemas a la ligera, pero interiormente sabremos que el cambio viene por algo; mejor cuanto menos limites tu mente a los aspectos materiales. Después de un ciclo de putrefacción y renacimiento, te conviertes en una mejor versión de ti mismo. ¿Es que acaso crees que la rosa que resucitó Paracelso era la misma después de haber pasado por su propia muerte?

Cada ciclo tiene su importancia si lo quieres vivir. Cada nuevo día contiene la simiente para vivir y crear un cosmos entero, aunque nosotros nos empeñamos en vestirlo con los tediosos ropajes de la rutina. Debemos ser capaces de ver, que cada día de nuestra existencia, a nuestro alrededor, se dan infinidad de oportunidades para avanzar en el camino autoevolutivo.


¡Ah! y no tengas la tentación de resistirte al cambio porque es esa tensión, esa resistencia, la que de verdad duele. La vida nos arrastra con ella en sus ciclos, queramos o no, y si nos resistimos a su incesante ritmo, podemos acabar “muertos por dentro”.


¡No te cortes! Cambia de peinado, de ropa, o prueba otro camino para volver a casa. Empieza por lo fácil, y observa todo a tu alrededor. Luego puedes seguir por lo que te molesta (trabajo, pareja) ¡Cambia! Son formas de ir forjándonos la personalidad para no sufrir con los cambios inesperados. Se trata de crear nuevas actitudes ante los acontecimientos que vivimos; el pensar como hasta ahora no te va a facilitar las cosas.


De verdad, no te preocupes, tu esencia será siempre la misma. La rosa de Paracelso seguía siendo una rosa, solo que olía mucho mejor.

128 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
El Arte de Amar

El Arte de Amar

Comments


Sobre este Blog

Este blog está aún está en construcción.

Disculpa si va cambiando o faltan cosas.

Paciencia...  :)

Y si quieres hacer alguna aportación... ¡no lo dudes!


Social

¡Ya estoy en las redes sociales!

¿Me sigues? ;)

  • Facebook Social Icon
  • Twitter Social Icon

Subscripción

Si quieres recibir los cambios y novedades de este blog... Apúntate!!

Únete a la lista de correo

Nombre

Correo

bottom of page