Después de un tiempo de ausencia obligada a causa de un exceso de trabajo (tareas profanas), vuelvo a estar por estos lares, con la confianza que no se produzcan más interrupciones en un corto plazo. Para los que seguís ahí, leyendo mis escritos, quiero agradeceros vuestra confianza, sinceramente, y lo hago con un regalo que es… difícil de definir. Es sutil y a la vez extraordinario; sencillo, pero de gran utilidad; es gratis, pero no tiene precio…
A muchos de vosotros les parecerá extraño, a otros increíble, incluso alguno podrá pensar que es una patraña, así, directamente… pero os aseguro que funciona; estoy hablando del “Libro Blanco”. La función de este “libro” consiste en un “servicio de sanación espiritual”; a través de él se realiza una asistencia a distancia para las personas que tienen problemas de cualquier índole (inconvenientes físicos, mentales, emocionales…), y que así lo requieran. Dicho de otro modo; si se nos presenta alguna dificultad, podemos solicitar auxilio y éste es enviado donde se necesita. Es simple, sí, pero muy poderoso; casi mágico…
¿Cómo debemos proceder para nuestras peticiones? Es muy sencillo; primero nos relajamos, luego conectamos con nosotros mismos, escribimos brevemente lo que queremos y luego nos olvidamos de la petición. (¿Recordáis el post en el que hablaba del “desapego a los resultados”?) Es imprescindible dejar la conciencia receptiva, como una puerta abierta que permita la entrada de aquello que hemos solicitado, porque si ponemos algún tipo de barrera, aunque sea inconsciente (como son la mayoría), la cosa se nos puede desviar. La tendencia, entonces, es pensar que el sistema no funciona, pero no es así; las energías llegarán, eso es una ley universal tan cierta como la gravedad, pero dependerá en gran medida de nuestra capacidad receptiva el modo cómo estas se puedan manifestar.
Al respecto, es muy importante formular las peticiones de forma correcta. El ejemplo típico; estamos pasando un momento de apuros económicos. En ese momento nos parece que pedir dinero queda “feo”, y entonces se nos ocurre la idea; “más trabajo”. ¿Qué pasará? En poco tiempo estaremos tan ocupados trabajando que nos quedaremos sin tiempo para conseguir los ingresos extra. No te andes por las ramas, porque si lo que solicitamos es trabajo, por aquello de que parece más “noble”, será lo que tendremos, pero eso no supone necesariamente más remuneración, ¿verdad? Es primordial que las peticiones sean claras, sencillas, directas y especificando lo mejor posible el objetivo. Los errores de interpretación a veces son sorprendentes…
Las limitaciones en las peticiones son pocas, y muy básicas: ser mayor de edad, no reclamar cosas imposibles (esto no es como la lámpara maravillosa), no puedes rogar el mal de otros y tampoco solicitar para otras personas sin su consentimiento expreso, salvo casos extremos (niños pequeños, personas en coma…). Debo remarcar esto último; no se puede pedir para otras personas, aunque sea por su bien y con la mejor intención. El Libro Blanco no es un sistema para inmiscuirnos en la vida ajena, ya que es eso, ajena. Cada uno debe vivirla como mejor le parezca, no como nosotros creemos que debiera ser, y cada uno que aprenda de sus errores. Es muy común que una madre pida para sus hijos, o que solicitemos por el bien de un país en guerra, por la mejora de incendios, inundaciones… pero esto es solo para uno mismo, bajo tu propia responsabilidad. En cambio, los que se pueden beneficiar mucho de este sistema son nuestras mascotas. Si tenemos un perro, un gato, un loro, (lo que sea) y lo han operado o está enfermo, podemos pedir la ayuda para ellos también. A diferencia de nosotros, los animales no ponen las barreras de la mente lógica, y esta ayuda les funciona a la perfección.
Los resultados de nuestras peticiones pueden llegar enseguida o tardar un poco más, dependiendo de cada situación. Pero si, por algún motivo no llegan… no desesperes y hazte la siguiente pregunta ¿por qué (para qué) no se me ha otorgado lo que he pedido? ¿de verdad lo necesito? ¿realmente es bueno para mi? Os aseguro que si seguís el hilo de esta reflexión podéis aprender mucho de la petición y, por supuesto, de vosotros mismos…
Es probable que te estés preguntando quién hay detrás de esto, o como funciona, y la verdad es que es bastante sencillo. Existen varios grupos de personas, preparadas y dedicadas a estos menesteres, que se sientan una vez al mes, en el momento propicio, y meditan por la sanación y mejora de quien lo requiere. No hay juicios, dudas o filtros; sólo se envía Amor y Sanación y, con ello, se ponen en movimiento las energías curativas universales dirigiéndose a quién lo ha solicitado. Es así de simple. ¡Ah! Y es totalmente gratuito, aunque se pueden hacer donaciones si ese es tu deseo.
Para acabar, comentar que el Libro Blanco existe como tal, es decir, es un libro físico que está en la sede de la escuela, y se puede solicitar que alguien cercano escriba tu petición en él. Pero en los tiempos que corren se puede hacer más sencillo; en el link que sigue puedes acceder al servicio, hacer tus peticiones e incluso tienes una breve explicación del funcionamiento por si tienes dudas. Es para cualquier persona del mundo, sin limitación.
Espero que este regalo inmaterial sea de vuestro agrado; os aseguro que, si lo utilizáis y seguís los sencillos pasos, os puede traer gratas sorpresas, cosa que espero que sepáis aprovechar al máximo en vuestro sano beneficio.
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